¿Qué diferencias hay entre vino dulce y vino afrutado?
El mundo del vino es muy diverso, ofrece una gama de sabores y estilos para satisfacer cualquier paladar, pero muchos se preguntan ¿cuál es la diferencia entre dulce y afrutado? Es verdad que mucha gente mezcla los conceptos y se piden un vino afrutado buscando que tenga ese grado de dulzura, pero son dos cosas diferentes.
Un vino puede ser afrutado y seco, como también puede ser afrutado y dulce.
Vino Dulce
Este vino tiene más cantidad de azúcar residual, lo que le da ese sabor característico. Este azúcar puede venir de las mismas uvas o de los métodos de producción que impiden que todo el azúcar se convierta en alcohol. Su sabor suele ser rico y concentrado, con notas de frutas maduras, miel, caramelo y flores.
Los vinos dulces son ideales para acompañar postres como pasteles y frutas frescas, quesos azules y fuertes y platos picantes para equilibrar los sabores.
Un ejemplo de vino dulce es La Obejita Verde, con un aroma potente a frutos tropicales y una suavidad de aromas vegetales.
Vino Afrutado
Se caracteriza por su perfil de sabor, que destaca las notas frescas y vivas de frutas, pero no tiene que ser necesariamente dulce. Pueden presentar una amplia gama de sabores, desde frutos rojos hasta tropicales y cítricos. Estos pueden ser secos, semi-secos o ligeramente dulces.
La frescura y el sabor afrutado se logran a menudo por la fermentación fría, el uso de las variedades de uvas y técnicas de preservar los compuestos aromáticos durante la vinificación.
Los vinos afrutados combinan genial con platos ligeros y frescos como las ensaladas, el pescado y el pollo o con tapas y aperitivos varios.
Te proponemos La Obejita Pink, que destaca por un sabor en boca jugoso y muy elegante y un aroma floral y frutal que recuerda a frutos rojos y pétalos de rosa.