Cuál fue la influencia de los romanos en el consumo del vino.
Los romanos tuvieron un papel fundamental en su historia, aunque culturas anteriores ya lo producían, pero fue con los romanos cuando la bebida se popularizó para todas las clases sociales, haciendo del vino una bebida para ricos y pobres.
El vino constituyó un factor de identidad en la cultura del Imperio romano. Era uno de los alimentos básicos de la dieta romana, estando presente en todas las celebraciones aportando la connotación de que beberlo, significaba tener buen gusto. Es cierto que los vinos no eran como ahora, podían ser muy dulces, muy alcohólicos… Así que llegado cierto punto, la gran mayoría del vino que se consumía se mezclaba con agua, pero no cualquier agua; usaban agua del mar.
De esta forma conseguían bajar la gradación del alcohol como del azúcar, dándole esa parte salina y que, además, ayudaba a esquivar a la resaca. Incluso se llegó a considerar que tomar el vino sin mezclarlo con agua, era de ser un auténtico bárbaro.
Por otra parte, conocemos a día de hoy un vino puede ser salino. Es llamado de esta forma por la cantidad de sal existente en el suelo de la parcela donde está plantado el viñedo. Siendo éste, un factor determinante en las características organolépticas del vino.
Algunos viñedos se encuentran cerca del mar; el viento lleva la sal que influye en la viña. Esos elementos son depositados en el suelo y en la piel de la uva, y más tarde en las levaduras de la bodega. Los suelos volcánicos y calcáreos también pueden aportar notas salinas en el vino, ya que la composición química del suelo afecta los aromas de los vinos. También la elevada acidez de la uva puede traernos una sensación crujiente de la sal.
Una elección refrescante, para acompañar un aperitivo junto al mar, un buen pescado o un postre, es nuestro Cava Brut Rosé. Despierta tus sentidos combinando el toque del mar con la cremosidad y acidez crujiente y equilibrada.
